LA CLAVE ES: "SI NO QUIERES SER COMO ELLOS, LEE"...Y ESCUCHA.



        A quien tenga algunos añitos ya, ese título le "teletransportará" a dos de los mejores programas que ha dado la televisión pública, por un lado La bola de Cristal, por el otro y al que hoy me referiré, su coetáneo e influyente "La clave".          
       A estas alturas nadie cuestiona las múltiples ventajas que tiene el hábito de la lectura, me refiero claro está, a novelas y artículos, no a los escuetos y cuestionables textos ortográficos de las redes sociales .A los ya consabidos beneficios como incrementar la memoria o preveer enfermedades mentales hay muchas otras como reducir el estrés, dormir mejor, incrementa la sensibilidad, ayuda a centrarse y establecer metas, aumentar el vocabulario y mejora la comunicación y escritura, incluye en la capacidad creativa y de escuchar, amplia tu visión del mundo, aparte de muchas otras de caracter, diría, secundario (amplia conversaciones, aportacion grupal, sin necesidad de carga eléctrica, ect.).
      No conozco a nadie que haya manifestado que el hábito de leer es malo, sería como afirmar que es un error implantar las energías alternativas para evitar el colapso ecosocial, otra cuestión es que prediquemos con el ejemplo y pasemos del cuento. Pero ante la realidad cambiante del consciente colectivo actual me salta la necesidad de enfatizar una de esas ventajas que casi siempre se nos pasó por alto. La profundidad y capacidad de concentración y escucha. Pues sí, independientemente de la calidad de lo escrito, la paciencia y concentración continuada que genera un relato atractivo, ya sea prosa, ensayo o poesía, nos aporta mejoras en la percepción, atención y por lo tanto, en analizar e incluso empatizar.
            Y precisamente la digitalización de nuestras vidas nos llevan a la dirección contraria. La
inmediatez y superficialidad del bombardeo diario de mensajes en red, la saturación de información a 140 caracteres hace que depreciemos los textos envolventes y profundos, por no hablar de la realidad cercana. Por seguir con los símiles, tengo la sensación que antes cogiamos los ingredientes y cocinábamos nuestro punto de vista, ahora engullimos la comida que nos ponen por delante sin saber procedencia, sistema de cultivo o componentes y a veces ya masticada.

      A dia de hoy sigo creyendo en la relación constructiva que puede existir entre la literatura, la TV e internet. La difusión de conocimientos debería acercar y equilibrar los revolucionarios inventos de Guttemberg, John Logie (tv) y Tim Berners-Lee (internet con www y el http).
            Parte de esta reflexión me llega tras leer el estudio de Manuel Palacio y Carmen Ciller"La Clave de TVE, un programa de debate en la historia de la televisión enEspaña 1975-1986", un estupendo artículo de investigación que ahonda en un formato audiovisual donde la lectura, el cine, la televisión y el debate generaban un enriquecimiento e interacción cultural del que ya no disfrutamos, a pesar de la pluralidad audiovisual que disponemos. Del mismo autor encontramos el libro "la televisión durante la transición española" (Ed.Cátedra.2012). Y es que como el propio M. Palacios comenta en el mismo: "la televisión colabora en los procesos conformadores de la opinión pública, en los mecanismos de socialización de los ciudadanos y en el ordenamiento del universo simbólico de cada comunidad", (lo mismo sucede con otras fuentes de información: la lectura y las redes sociales e internet, claro está).
         Si rascamos a horas intempestivas es posible que encontremos inclusó hoy día algunos programas herederos de "la clave", "tengo un libro en las manos (1959-1966)" o "encuentros con las letras" (principios de los 80) - yo no los conocí claro-; por mi parte decir que abandoné toda cadena hace tiempo, por así decirlo, me desligue de las ataduras de "las cadenas", lo que no quita que me encomiende a lo que se cuelga en "la red" con el peligro de quedar atrapado en ella o no sea real y caiga. En fín, la calidad de la oferta cultural actual es un tema que se ofrece para otro post en el blog.
       Siguiendo con el programa de Balbín, su estreno coincidió lógicamente con el inicio de la transición (y de mi nacimiento), y durante sus 10 años fue un referente de debates sociales de gran interés y controversia. Su desaparición fue paralela a la progresiva pérdida de valores que, desde mi punto de vista, sufrió el PSOE a partir de esos mediados 80, y que ningún gobierno posterior ha recuperado. Mi generación recuerda aquel frio plató, solo con sillas Wassily, señores (señoras muy pocas) con pipas y humo, una entradilla de rotundos tambores, películas en blanco y negro, pero sobre todo, de largas e interesantes exposiciones respetadas y sin casi interrupciones, sobre temas diversos y actuales. Por si os interesa encontré un enlace para revivirlas (solo 42 de los 408 programas).y otro con las películas que emitieron para los debates.  La periodista Teresa Díez explica muy bien este paralelismo de la información de entonces y la inmediatez de ahora, asi como la retirada del programa en su artículo: "LA CLAVE: los debates que enfadaron al gobierno y al ejército"., también podeis leer los ataques del PAIS (J:L.Cebrián) y del DIARIO16 (P:J. Ramirez) al programa y la defensa de Balbín, ya sin él, a través de las páginas del ABC (para alucinar) en este enlace, donde expondría duras realidades como aquella de "no hay libertad, hay sólo parcelas de libertad, y eso también existía con el anterior régimen".Como curiosidad comentaros que fue el ABC, y principalmente Enrique Del Corral, el medio que defendió desde principio a fín el formato y objetivos del programa.

        Con la aparición de internet y servicios multimedia alguno podría pensar que la cosa cambiaría, bueno, está cambiando pero no en la dirección deseada. ¿Donde queda aquello de "activar la sociedad civil y los valores ciudadanos desde la pequeña pantalla" y ahora desde las TICs?, el debate queda abierto.
        Por cierto que nada de lo dicho es novedoso, solo ajustado a la realidad actual, acuérdense, por ejemplo, de aquellas campañas y carteles de la república para alfabetizarse y acceder a la lectura durante la guerra civil.(Adjunto un cartel que colgue en la adolescencia en mi cuarto).
          Al final hay que volver al principio, porque si no sabes "hacerte" y lanzar las preguntas adecuadas, cuestionar, ser crítico y reconocer los límites propios, documentarse yendo a las fuentes y cotejarlas,todo ello con paciencia; seguiremos viviendo en un mar de ideas superficiales y planificadas. Todo ello para que no cambie las tendencias destructivas y perversas del sistema actual y se maquillen las diferencias con aparentes acciones muy bien vendida, disfrazadas interesadamente por unos (poderes oficiales) e impulsadas por otros (poderes fácticos).
        Parece que hay que tener idea y opinión sobre todo y que con cuatro mensajes de gente "influyente" o tus 140 caracteres en redes, la cuestión está arreglada y zanjada, lo de leer, aprender o contrastar es moda de otra época.
Incluyo algún artículo donde además queda patente que cada vez se lee menos. Según el CIS el 40% reonocen no coger un libro en todo el año y un 75% de lxs españolxs no han entrado nunca a una biblioteca y 58% a una Libreria...
¿A quién puede interesar que la ciudadanía no sepa ni reflexionar ni formarse ni argumentar su pensamiento elaborado?, ¿cómo podría hacerlo con el contexto actual de las TICs?

Desconecto aquí que un libro me está llamando.






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