Como ya nos recuerdan todos los medios, en Alicante sufrimos un triste espectáculo al tener que reponer las calles franquistas que se retiraron a finales de diciembre.Sin entrar en análisis ni emociones al respecto solo indicar una serie de fechas:
- 15 de Noviembre aprobación cambio de calles Alicante en Junta de Gobierno.
- 25 de noviembre presentación del contencioso por parte del PP contra la decisión de la junta
- 14 de Diciembre se notifica judicialmente al Ayuntamiento que se admite el recurso y se insta a la paralización cautelar hasta tener auto.
- 15 de diciembre se procede a cambiar las placas.
- 12 de Enero. llega el auto tras plazo alegaciones suspendiendo cautelarmente el cambio y ordenando la reposición de los nombres anteriores,
- 10 de marzo se procede a la reposición de placas y llega al ayuntamientodel juzgado nº 4 un requerimiento para reponer todas las placas retiradas en el plazo de un mes sino se procederá a la imposición de multas por incumplimiento.
A raiz de lo esperpéntico, investigue un poco el proceso seguido en otras grandes ciudades y me salió un artículo que se publicó en el información, pincha aqui para abrirlo. Como tuve que darle un tijeretazo por razones de espacio, aqui os adjunto el artículo entero.
SIN PRISAS PERO SIN PAUSAS.
"Siempre es delicado hablar de
cambios en la nominación de calles, más si cabe si se trata de sustituciones
justificadas por los principios que recoge leyes como la de la memoria
histórica. En realidad se juntan dos fases sensibles. Por un lado la retirada
de unos nombres que remiten a una terrible etapa antidemocrática, inaugurada
con golpe de estado que se llevo por delante la II república democrática española.
Por otro el sistema y argumentos para la elección de nuevos nombres que
restauren valores y principios de igualdad, pluralidad, cultura y justicia, así
como insignes personalidades.
Más
allá de la anómala e irregular situación de la ciudad de Alicante encuentro
varios ejemplos de grandes poblaciones de distinto color gubernamental que en este
último año han modificado las calles a tenor de la citada ley, como son: Madrid
(30 calles), Sevilla (2, más 19 en 2009) y Santander (6 este 2016).
Así,
por ejemplo, en Santander tras el trabajo de la pertinente comisión, se llegó a
un consenso para plantear 18 cambios, retirada de 2 monumentos y ajustes en
otras tantas, como la calle del alzamiento, (poniendo la fecha 1808 y así
remitirse al alzamiento contra los franceses), o añadiendo "Rio" a la
calle Ebro (¿les suena?). Al final se llevó una primera tanda, tras consenso de
ellas en comisión, a pleno a finales de mayo del 2016 y se empieza con el
cambio de seis placas en septiembre, el resto seguirá debatiéndose en comisión.
Otros cambios puntuales se han realizado en años anteriores, por ejemplo la
sustitución en 2015 de la Avda Carrero Blanco por Severiano Ballesteros. Parte
de la oposición (ganemos e IU) ven insuficientes los cambios aprobados, y
todavía hay callejero que trabajar.
En
Sevilla ya se cambiaron 19 calles en 2009 a tenor de la citada ley, y en el referido
2016 se han procedido a más cambios, en este caso por unanimidad plenaria, en
dos fases, pues el 4 de abril se renombraron 6 calles, aunque solo 2 en virtud
de la retirada de representantes franquistas, como era la Avda. del exministro
Utrera Molina (Suegro de Ruiz Gallardón) y la calle Tomás Murube.
En
Madrid, la cuestión es más curiosa y compleja; tras aprobar a finales del 2015
en pleno un plan integral de aplicación de la memoria histórica, se acometen algunas
controvertidas medidas a principios de 2016 por parte de la concejal de cultura
,por ejemplo la retirada de placa por el fusilamiento de unos monjes carmelitas
(reconocen el error) o el monolito al alferez
provisional, la alcaldesa decide asumir las competencias y gestionar el
plan desde un comisionado de memoria histórica negociado con la oposición, en
esta segunda fase finalmente se determina que serán eliminadas una treintena de
nombres, y ya se pasa a las propuestas para sus nuevas denominaciones, no
obstante no esta definitivamente aprobadas porque están a expensas de la
modificación de una ordenanza para proceder al cambio en virtud de la ley de
memoria histórica y, así, poder votarlo en Pleno municipal.
En
los tres casos veo ciertas similitudes, primero: se empieza con un gran listado
presentado por una comisión de expertos y juntas de distrito. Segundo: Se
realiza los ajustes pertinentes con calendario de participación y una comisión
plural para, a continuación, llevarlo a pleno. Por último se dejan fuera otras
no consensuadas para posteriores presentaciones, haciéndolo en un proceso
escalonado.
Es
un hecho que en general hay un retraso en la aplicación de la ley del 2007 y
que muchas ciudades arrastran denominaciones franquistas que no renombraron en
los años 80; afortunadamente se ha notado la reactivación estos dos últimos
años de su ejecución dando paso a la retirada de "escudos, insignias,
placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o
colectiva de la dictadura franquista, de la Guerra Civil y de la represión en
la dictadura".Es una buena oportunidad para que la gente conozca su pasado
y recupere algunas personalidades. Las "figuras" relacionadas con el
franquismo, deberán ser recordadas a través de los libros de historia o museos.
¿Y
en Alicante?, a mi personalmente me hubiera gustado cambiar las más de 100
calles con las que se inició el proceso de la comisión pertinente, respaldando
el gran trabajo de entidades como la Comisión de la Memoria Histórica o el
listado previo de Alfredo Campillo de Alicante Vivo con estupendos argumentos,
y ensalzar más aspectos, no solo democráticos, tanto del pasado como con vistas
al futuro. Además habría así lugar para el reconocimiento a varios ilustres, como científicos de la tierra
nominados a Nobel, dotando al callejero de una perspectiva pedagógica, pero soy
realista y se que todas las partes deben ceder y que alcanzar un consenso entre
diversos grupos políticos es un acto de responsabilidad.
Como
ya escribí en otra entrada reciente, me emocionó singularmente la inclusión de
Miguel Grau, pues la primera placa homenaje en la plaza dels Estels allá por
2001, como representante del Consell de la Joventut, la coloqué yo mismo, asi
como una campaña para asignarle una calle oficial.
Mi
relación con la recuperación de la historia también tiene su anécdota o periplo
en Murcia, pues en el 2002 registré en la localidad vecina la propuesta de una
calle o plaza para mi Bisabuelo, Bienvenido
Santos Borrego, Diputado y último Alcalde republicano de la ciudad, aparte
de portavoz de UGT, director del diario "Nuestra Lucha", ect...; para
que se hagan una idea, su homólogo en Alicante sería, salvando las distancias,
Lorenzo Carbonell. Tres años después, la entonces concejala socialista Mª
Dolores Abellón recupero aquella solicitud, se negoció (en democracia se
negocia y mucho) su inclusión en un pleno de mayoría del PP con la
contrapartida de otorgar una medalla de honor al entonces arzobispo de Zaragoza,
y se aprobó por unanimidad. A día de hoy todavía no se ha realizado su
nombramiento ni placa a calle alguna para el que dio su vida y su libertad por
la república democrática en aquella ciudad que le desterró, acabando su familia
en Alacant. Entiendo que todo re-nombramiento de un vial en pleno o junta de
gobierno requiere un proceso también posterior; tener partida presupuestaria,
definirla en comisión, ajustes en estadística, pero ¡12 años!, las cuestiones
hay que hacerlas sin prisas, pero sin pausas...no esperaba el mes justo que en
Alicante paso desde su aprobación en junta a colocar la primera placa, ni
siquiera los 2 meses largos transcurridos en Sevilla o los 3 de Santander.
Dejando
de lado la vertiente emocional del asunto, queda claro que la ley no ha dejado
nítidamente claro el proceso de reasignación de calles, espero que
la futura Ley de Memoria Democrática y para la Convivencia de la Comunitat
Valenciana nos dé más luz al respecto. De todas formas creo que los
cambios de tal calado se deben, en primera instancia, procurar tramitarse en el
máximo órgano de poder del municipio. Hablamos de nuevas denominaciones de
viales que probablemente perdurarán decenios sino siglos.
Lo que han dejado claro estas
tres ciudades es que para recuperar la
memoria de una maltratada etapa democrática republicana así como renovar el
callejero urbano es hacerlo con un sentir y formas precisamente democráticas,
que es una digna forma de homenajearla."
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