NO ESTAMOS PARA BROMAS...TRAS REFLEXIÓN SEGUIMOS CON LA ACCIÓN

 Ains, retomo la antigua y sana costumbre de escribir mis reflexiones, adelanto que tengo la intención de poneros al dia con algunas pequeñas por este rincón redespacial aunque para otras debereis esperar a una serie de relatos de política ecológica que ando gestando...y para empezar os cuelgo el artículo de este año en el día del medioambiente...Año verdaderamente y tristemente asombroso si vemos los valores e indicadores atmosféricos y pluviómetros, que han roto medias y records de los últimos 145 años...el cambio climático ya es un presente y una realidad, y hay una última llamada  (manifiesto).

EL ENFERMO Y DESCUIDADO MEDIO AMBIENTE.


En un contexto socioeconómico donde el austericidio, la reducción de servicios sociales, sanitarios y educativos en la población es un hecho, donde los principios básicos de techo y alimentación no están cubiertos para un porcentaje cada vez más alto de la población, donde el hastío y la indignación social está alcanzando cotas desesperadas, parece quedar muy lejos los problemas ambientales, pero es un gran error. El deterioro medioambiental proviene de los mismos factores que han generado la disminución de la calidad de vida social. En esta provincia aportamos de forma negativa la pérdida de zonas forestales y biodiversidad marina ante los estragos causados por la explosión urbanística, pero como para el medio ambiente no hay fronteras sufrimos con especial virulencia los cambios climáticos. No hace falta ver los terribles efectos atmosféricos en otros puntos del planeta, un ejemplo local de este mismo año lo tenemos en los datos del pluviómetro donde no se recogían datos tan bajos desde su medición (1893), ello supondrá no solo perder la cosecha de este año de, por ejemplo, la almendra, sino que tendrá nefastas repercusiones en producciones posteriores, ya que se han secado los propios árboles; un efecto dominó que teniendo origen en el maltrato al entorno repercutirá en el abandono del campo, incremento del paro, menos economía, crisis alimentaria, más drama social. Una sequía que por otro lado incrementará los incendios y deforestación, viene un verano con menos efectivos en los montes y más riesgos de quedarse sin ellos. Así pues, las carencias a nivel global por la destrucción de los recursos naturales también se sufre en occidente y en nuestras tierras. Si no abordamos con seriedad y firmeza los problemas que provoca nuestra huella ecológica y procuramos su reducción, (la cantidad de recursos naturales que necesitamos para cubrir nuestras «necesidades»), no podremos enfrentarnos de forma eficaz a los retos de la desigualdad social, desequilibrios norte-sur, etcétera.

Como dice, Florent Marcellessi, compañero de primavera europea (Compromís-Equo) no hay planeta B para este sistema de producción-explotación, los límites del mismo los estamos empezando a sufrir. Y es que la necesidad de un cambio de modelo no admite duda si luchamos por la justicia social y ambiental. Ya cuesta más respirar en las ciudades, hay un incremento de enfermedades pulmonares, hay cada vez más personas que no tienen acceso directo a agua potable (en el mundo más de 2.300 millones de personas), ¿es que solo reaccionaremos cuando sea nuestro grifo el que tenga restricciones, se seque o tengamos dificultades serias para respirar?